Para empezar, al registrarnos, me informaron que la reservación, a pesar de ser para 3 adultos, solo incluía 2 desayunos; porque "eran de cortesía". La solución que me propusieron fue pagar ~$550 extra. Al día siguiente en el desayuno solo pagué 250 por el desayuno extra. La habitación es extremadamente pequeña y mal distribuida. El baño tiene espacios que no se aprovechan y la habitación se siente demasiado ocupada.
El extractor del baño nunca funcionó, cuando lo reporté 4 veces. La limpieza, en una ocasión no limpiaron el baño hasta que se solicitó nuevamente. Y bueno, si está padre que puedas llevar perros y todo, pero NO deberían permitirlos en el comedor. Respeto y todo, pero, no es higiénico tener a los perros ahí dentro. Al llegar me dijeron que no podía ingresar bebidas ni alimentos externos al área de restaurante inclusive si los traía dentro de mi propia hielera, sin embargo en todo momento vi muchos huéspedes que tenían su hielera y evidentemente estaban ingiriendo sus propias bebidas. Comprensible siendo que el bar abría hasta las 3:00 PM
La atención en restaurante muy buena, aunque los últimos dos días ya fue caos. No había cubiertos ni vasos limpios.
Por último, necesita ser muy habilidoso para estacionarte, sobre todo en los niveles 2 y 3.
Fuera de eso, el hotel es cómodo. Hay restaurantes, farmacias y tiendas de conveniencia cerca. Y siempre fueron amables.