Muy tranquilo. Cerca de las pistas de esquí en coche. Posibilidad de bus cerquita que te acercan a las pistas. Bar y restaurante justo a la entrada del alojamiento. Para dormir se notaban un poco los muelles, pero aguantable. En definitiva, lo tendría en cuenta positivamente para próximas ocasiones. Aunque me llevaría un estropajo y bayeta para el uso en la cocina, los que estaban dejaban que desear. Pero la limpieza en general era muy buena.