La experiencia fue horrible, había bichos en la habitación, pelos en las sábanas, la puerta de la habitación no podía cerrarse por dentro y alguien intentó entrar en nuestra habitación sin llamar. Además, cuando entramos en el edificio para ir a dormir había una señora durmiendo en un sofá que daba miedo. Intentamos hablar con la dueña al día siguiente para comunicarle lo ocurrido y se puso a gritar como una loca, por lo que tuvimos que irnos por miedo a que la situación fuera a peor. Un trato horrible en definitiva.