Está muy céntrico, y a todos los lados puedes llegar andando.
La habitación estaba bien, aunque hay que decir que donde nosotros teníamos la habitación, el pasillo apestaba a tabaco.
Algo que tiene que ver más con su situación que con el establecimiento es el reloj, suena toda la noche cada 15 minutos, para los de sueño ligero. Y como es verano, la gente está por la zona hasta altas horas