El motivo por esta mala critica es porque cuando llegamos a la propiedad nos asignaron una habitación que no correspondía con lo reservado. La habitación era la 723. Una habitación pequeña, el minibar de esta venía vacío, la cama pequeña, los albornoces del baño eran viejos y deshilachados. El baño minúsculo. Parecía la típica habitación donde los empleados van a descansar. Expusimos nuestra queja en la recepción del hotel, al momento y nos dijeron que no era posible el cambio esa noche. Los recepcionistas hablaban en francés entre ellos, pero yo que entiendo el idioma y no dije nada, pude ver que sabían que tenía razón y que la habitación otorgada no era la correspondiente.
Al día siguiente no cambiaron de habitación a la 717, y está si se correspondía con lo reservado, el minibar estaba lleno, y el baño y cama eran espaciosos.
La primera noche ya nos arruinó un poco la estadía, porque después de pagar 700 y pico de euros por 3 noches, esperábamos un hotel de calidad, y fue una decepción absoluta.
Las zonas comunes estaban ok, pero el ascensor estaba estropeado desde hacía meses, ocasionando largas esperas para poder ir abajo a recepción.
Mi madre se hospedó en el hotel de al lado el Villa suites olímpico, y el spa era mejor y más grande. El hotel fue muy amable de darnos un pase y disfrutamos de un spa mucho más completo, comparado con el del Sallés Pere IV.
Sin lugar a dudas no repetiremos este hotel, ya que no corresponde a un 4 estrellas.